En términos médicos, cuando hacemos uso de la palabra malformación, nos referimos a la deformidad o anomalía que se evidencia como resultado de un error en la formación del feto durante la etapa intrauterina y que puede afectar extremidades, órganos o funciones de alguno de los sistemas. Estas alteraciones estructurales o diferencias entre una formación normal y una malformación pueden deberse a factores genéticos, a enfermedades durante el proceso de gestación o al consumo de sustancias nocivas.
Hacemos referencia a malformaciones de tipo Arteriovenosas o de arterias venosas cerebrales, para explicar las anomalías congénitas de los vasos sanguíneos que provienen del desarrollo patológico de la red capilar y permiten conexiones directas entre las arterias y las venas cerebrales, cuando la condición normal es que entre las arterias y las venas existan vasos capilares que conecten a ambas. En este enlace podras ver una un caso real de Comunicación anormal entre arterias y venas cerebrales que pueden causar hemorragias https://bit.ly/2Pr9IgD
Los pacientes que tienen malformación de las arterias venosas pueden manifestar hemorragia cerebral y convulsiones. De igual forma, pueden haber pacientes con deficiencias neurológicas y cefaleas independientes de la hemorragia cerebral.
Las malformaciones de arterias venosas varían en tamaño y ubicación en el cerebro, puede suceder una ruptura debido a la presión y daño al tejido del vaso sanguíneo. Esto permite que la sangre se escape (hemorragia) hacia el cerebro o los tejidos circundantes.
Las malformaciones arteriovenosas cerebrales son poco frecuentes y los síntomas pueden presentarse a cualquier edad. Las rupturas ocurren con más frecuencia en personas de 15 a 20 años.
En aproximadamente la mitad de los pacientes con malformación de arteria venosa, los primeros síntomas son los de un accidente cerebrovascular causado por el sangrado dentro del cerebro. Adicional a ello, podemos resaltar los siguientes síntomas:
- Confusión
- Ruidos o zumbidos en el oído
- Dolor de cabeza, semejante a la migraña
- Problemas para caminar
- Convulsiones
- Problemas de la vista
- Mareo
- Debilidad muscular
Como puedes observar, los síntomas pueden variar de un paciente a otro y aunque son manifestaciones típicas de una condición neurológica, se requieren exámenes exploratorios para confirmar el diagnostico. Entre las pruebas que solemos utilizar se encuentran:
- Angiografía cerebral
- Angiografía por tomografía computarizada (TC)
- Resonancia magnética de la cabeza
- Electroencefalografía (EEG)
- Tomografía computarizada de la cabeza
- Angiografía por resonancia magnética (ARM)
Una vez confirmado el diagnostico, el especialista puede ofrecer diferentes alternativas para el paciente, que dependerán de los hallazgos, síntomas y condición general del mismo. Por ejemplo, en este enlace podemos ver una de las opciones de tratamiento, consiste en una microcirugía que permite extirpar la lesión eliminando en forma definitiva el riesgo de sangrado https://bit.ly/2PY6K0e
Podemos observar también, que se puede plantear un corte en la comunicación entre arterias y venas que ofrece al paciente resultados muy favorables, https://bit.ly/2z4LqyM la decisión del tipo de cirugía o tratamiento también vendrá determinado por la localización de la malformación.
La experiencia del especialista es muy importante, por ejemplo podemos apreciar en el siguiente enlace la desconexión microquirúrgica de un Aneurisma asociado, que causó el sangrado https://bit.ly/2PraxGf
Los especialistas que consideran la intervención quirúrgica como solución a un caso de malformación de arteria, pueden resolver situaciones y complicaciones que se produzcan al momento de la cirugía, en este caso al romperse la malformación se produjo una Hemorragia Intracerebral, sin embargo, al concluir la cirugía no hubieron nuevos daños neurológicos https://bit.ly/2z591zf
La experiencia del especialista en estos casos de malformación de arteria cerebral es vital, así como también los equipos de punta que tenga a su disposición para hacer la intervención más segura y con el menor impacto posible para el paciente.