Descomprensión del nervio Trigémino – Dr. Pablo Peña

Descomprensión del nervio Trigémino

El nervio trigémino, también conocido como nervio trigeminal, quinto par craneal o V par, es un nervio que se encuentra en el cráneo, el mismo, cuenta con una porción sensitiva y una porción motora.

La importancia que reviste a este nervio deriva del alcance del mismo, que como su nombre indica abarca tres grandes sectores como son oftálmico, maxilar y mandibular.

El nervio trigémino está compuesto por fibras somáticas que transportan impulsos exteroceptivos, en otras palabras, interviene en las sensaciones táctiles, de propiocepción y dolor de parte de la lengua, contribuye también con la sensorialidad de la misma, así como de piezas dentarias, la conjuntiva del ojo, duramadre, la mucosa bucal, nariz y los senos paranasales, además de aproximadamente la mitad de la piel anterior de la cabeza.

Si vemos la intervención del nervio trigémino por sectores, podríamos comprender la magnitud y alcance del mismo a nivel oftálmico, maxilar y mandibular:

  • El nervio oftálmico conduce información sensitiva del cuero cabelludo y frente, párpado superior, la córnea, la nariz, la mucosa nasal, los senos frontales y parte de las meninges.
  • El nervio maxilar conduce información sensitiva sobre el párpado inferior y las mejillas, dorso y punta de la nariz, el labio superior, los dientes superiores, la mucosa nasal, el paladar y el techo de la faringe, los senos maxilar etmoidal y esfenoidal.
  • El nervio mandibular conduce información sensitiva del labio inferior, dientes inferiores, alas de la nariz, barbilla, de dolor y temperatura de la boca.

El nervio trigémino es uno de los nervios mas grandes de la cabeza, en ocasiones puede verse presionado por un vaso sanguíneo, causando un dolor crónico en la cara, lo que es conocido como Neuralgia del Trigémino.

La Neuralgia del trigémino puede provocar episodios de intenso dolor en los ojos, orejas, labios, nariz, cuero cabelludo, frente, mejillas, boca, mandíbula y el lado de la cara.

Muchos consideran que la neuralgia del trigémino está entre las afecciones más dolorosas y fue denominada en ocasiones la enfermedad del suicidio por el número significativo de personas que se quitaban la vida antes de que se descubrieran tratamientos eficaces. Se estima que sufren neuralgia del trigémino una de cada 15 000 a 20 000 personas, aunque las cifras podrían ser significativamente mayores debido a que son frecuentes los diagnósticos incorrectos.

Los episodios de dolor pueden darse de forma repentina. Cierto número de pacientes desarrollan neuralgia del trigémino tras un canal en las raíces dentales y pueden ir repetidamente al dentista a medida que el dolor radia a través de los dientes.

La importancia de que los pacientes se involucren en la lectura de estos contenidos neurológicos es precisamente poder orientarse y ayudar a familiares y amigos que consideren que pueden estar padeciendo de Neuralgia del Trigémino o cualquier afección neurológica, ya que los pacientes afectados pueden pasar mucho tiempo sufriendo molestias sin encontrar respuestas por no asistir al especialista adecuado.

Para que tengan una referencia más clara, la sensación de dolor que los pacientes suelen describir indican que sienten sensibilidad en un área de la cara que actúa como desencadenante, tan sensible que el mero contacto con corrientes de aire puede desencadenar un episodio de dolor.

Los ataques individuales afectan un lado de la cara cada vez, durando algunos segundos o más y se repite de una a cientos de veces a lo largo del día. El dolor también tiende a darse en ciclos con remisiones completas que duran meses o incluso años.

Se pueden encontrar casos en los que el dolor es punzante e intenso, pero se puede percibir como una quemadura o picor y una combinación de sensaciones semejantes a las sacudidas, dolores tipo migraña y dolores de quemadura o comezón.

Hay una variedad de opciones de tratamiento, tanto quirúrgicos como médicos, para la neuralgia del trigémino. Los medicamentos que suelen ser recetados para convulsiones pueden ser eficaces para calmar la Neuralgia, también, algunos derivados de la morfina.

Se puede recomendar la cirugía, tanto para aliviar la presión sobre el nervio como para dañarlo selectivamente de modo que se interrumpan las señales que parten hacia el cerebro, esta intervención es conocida como Neurotomía. En manos entrenadas, se ha publicado que las tasas de éxito quirúrgico superan del 90 hasta el 97%.

En el enlace a continuación pueden observar una cirugía en la que se expone una parte del Cerebro para efectuar una corrección de Neuralgia del Trigémino https://bit.ly/2yCHJB1

 

La descompresión microvascular es considerada la única intervención quirúrgica destinada a eliminar la presunta causa del dolor. En este procedimiento, el neurocirujano accede al interior del cráneo y explora el nervio en busca del vaso sanguíneo adherido o alterado en su anatomía, situación que sucede hasta en un 70% de los casos, al encontrar la fuente del dolor procede a disecar micro quirúrgicamente los vasos del nervio trigémino que causan la afección. Gracias a la experiencia y la tecnología de punta utilizada para esta intervención, se logran altas tasas de éxito y se respetan el resto de los delicados nervios y vasos del cerebro para que no existan secuelas post quirúrgicas, como mostramos en este video a continuación
https://bit.ly/2PXkbgZ

 

Es satisfactorio para nosotros los Neurocirujanos poder ofrecer soluciones definitivas a los pacientes que llegan a nuestra consulta desesperados con dolores tan traumáticos como el del Nervio trigémino.

Devolverles en poco tiempo su calidad de vida y que puedan seguir su día a día sin complicaciones es lo más importante, una exploración completa y algunos exámenes nos permiten determinar el tipo de afección y la mejor alternativa para atender a la persona afectada. Casos como el de esta paciente de 68 años https://bit.ly/2SrBnwK, que en tan solo tres días puede regresar a su hogar y retomar su vida sin dolor nos inspira a seguir investigando y entregando soluciones a cada paciente que nos llega a la consulta.

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